domingo, 13 de marzo de 2011

ACTIVIDAD Nº 6. LA CONSTRUCCIÓN DEL ESPACIO Y DEL TIEMPO Y DOS ACTIVIDADES PARA EL NIÑO DEL VÍDEO

LA EVOLUCIÓN DE LA ESTRUCTURACIÓN DEL ESPACIO y DEL TIEMPO


La organización espacial se puede dividir en dos apartados:
  1. la orientación espacial
  2. la estructuración espacial.

En la orientación espacial nos encontramos con el Espacio Perceptivo en el cual se dan las relaciones topológicas mientras que en la estructuración espacial aparece el Espacio Representativo. Este espacio representativo se divide, a su vez en dos tipos de relaciones: las relaciones proyectivas y las relaciones métricas.

En la Etapa Perceptiva como ya he dicho, se dan las relaciones topológicas que son aquellas relaciones que se producen entre el/la niño/a y los objetos que forman parte de su entorno inmediato.
Esta etapa se divide en dos fases:
a)      de 0 a 4 meses
b)      de 4 meses a 3 años (según Piaget)

La fase de los 0 a los 4 meses se caracteriza porque el/la  niño/a permanecen en una posición estática lo que hace que la única forma que tienen éstos para relacionarse con los objetos de su entorno es a partir de los adultos los cuales les ofrecen la posibilidad de observar y de coger los objetos. El objeto que tienen más a mano es, por el contrario, su propio cuerpo. Conforme vayan pasando las semanas, los niños y las niñas explorarán sus manos, sus pies, sus piernas y poco a poco irán conociéndose a sí mismos antes de adentrarse en el mundo exterior.

La fase de los 4 meses a los 3 años se caracteriza por la adquisición de la marcha y a la coordinación óculo-manual. Gracias a la marcha el niño puede explorar por él mismo su entorno inmediato.

Por otro lado, nos encontramos con la Etapa Representativa en la cual se dan dos tipos de relaciones: las proyectivas y las métricas.

Las relaciones proyectivas aparecen entre los 3 años y los 7 años y se caracterizan porque todavía se dan las relaciones topológicas entre el niño y los objetos que forman su entorno sin embargo, a partir de este momento, los niños ya pueden situar los objetos en relación a ellos mismos y son capaces de diferenciar los objetos según unas características: forma, medida, función, etc. Además, un aspecto importante a tener en cuenta, es que aparece el lenguaje.

Las relaciones métricas, por su parte, aparecen a partir de los 7 años y se caracterizan porque el niño o la niña ya es capaz de situar los objetos en relación a otros objetos. Esto se debe a la adquisición de la capacidad intelectual del niño que hará posible la comprensión de las proporciones, las medidas, etc.

El tiempo es la duración y sucesión de las cosas que transcurre de manera continua y uniforme y su estructuración depende de las características siguientes:

En primer lugar, lo que aprenden los niños y las niñas es el orden y la sucesión de las cosas. Los niños van memorizando las acciones y con estos conceptos adquieren las nociones que los sitúan en el presente, en el pasado, en el futuro, ahora, después,...

Una vez adquiridos los conocimientos anteriores, el niño puede adentrarse a conocer el significado de duración la  cual se puede definir como el tiempo que pasa entre el principio y el final de una acción. Por tanto, la duración sirve para poner límite a los acontecimientos.
Esta duración puede determinarse por minutos, horas, días,...

A partir de este momento, los niños pueden entender el concepto de intervalo que es la duración limitada entre dos actividades. Juntamente a este concepto se aprenden las nociones de pausa, espera, etc.

Una vez el niño ha aprendido los conceptos citados más arriba, es el turno de conocer qué significa la velocidad del tiempo. La velocidad es el tiempo que dura el recorrido de un espacio, para realizar una acción.
La construcción del tiempo empieza cuando las diferentes velocidades son comparadas entre ellas.

El siguiente concepto que adquieren los niños es el de periodicidad la cual se puede definir como la repetición regular de acontecimientos cósmicos o culturales. (día, noche, estaciones del año, semanas, meses, fiestas,...)

El ritmo, por su parte, aparece desde el nacimiento ya que nos encontramos con el ritmo de succión, el de mamar, así como el ritmo de la respiración, el ritmo cardiaco,... Con el paso del tiempo, y cuando los niños tengan adquirido su esquema corporal, podrán acompañar los ritmos musicales con los movimientos de su cuerpo.

Por último, la irreversibilidad del tiempo es la continuidad indefinida de los acontecimientos que ponen de manifiesto la vida y la muerte. El niño, conforme vaya creciendo y teniendo experiencias, aprenderá que las cosas pasan y no vuelven nunca más. Sin embargo, también aprenderán que hay cosas que estarán por llegar en un momento próximo. 



ACTIVIDADES PARA EL NIÑO DEL VÍDEO:

  1. ACTIVIDAD PARA REALIZAR EN UNA GUARDERÍA

En este caso, la actividad que yo propongo consiste en poner música de diferentes ritmos ( de más lento a más rápido) para que los niños bailen al ritmo de éstas pero en el momento en que deje de sonar, tendrán que sentarse en el suelo lo más rápido posible para ser el ganador. Y cuando vuelva a sonar de nuevo la música, tendrán que levantarse también lo más rápido posible. Con esta actividad se intenta trabajar la percepción de distintos tipos de ritmos musicales y la rapidez con la que reaccionan ante la parada y ante el inicio de la música.

  1. ACTIVIDAD PARA REALIZAR EN CASA

Aquí, mi propuesta consiste en coger un juguete de tamaño reducido el cual  podamos esconder en nuestra mano. En primer lugar le mostraremos al niño el objeto que tenemos y, a continuación, esconderemos nuestras manos detrás de la espalda y guardaremos el objeto en una de ellas. Cuando hayamos acabado, guiaremos nuestras manos con los puños cerrados hacia el niño y le preguntaremos en qué mano está el objeto. El niño tendrá que descubrir en qué mano se esconde el uguete. Con este ejercicio lo que pretendo es que el niño reconozca que el objeto sigue existiendo aunque no lo vea y que sea capaz de encontrarlo.

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